Bodas de Sangre

BODAS DE SANGRE ACTO I Escena 1 (INTERIOR DE UNA HABITACIÓN -DÍA.) (VEMOS A LA MADRE Y AL NOVIO SOSTENIENDO UNA CONVERSACIÓN SOBRE EL MATRIMONIO. DESPUÉS DE HABLAR Y DISCUTIR EL NOVIO SE DIRIGE A LA CASA GRANDE.) Novio. -- (ENTRANDO EN LA HABITACIÓN.) ¡Madre! Madre. -- (UN POCO DESCONCERTADA) ¿Qué quieres hijo, qué pasa? Novio. -- (SECO) Me voy. Madre. -- (SORPRESA) ¿Qué? ¿A dónde? Novio. -- (SECO) Me voy a la casa grande. (SE DIRIGE CON PRISA HACIA LA PUERTA.) Madre. -- (CON UN LIGERO RUEGO) Hijo, espera un momento. Novio. -- (SE VUELVE, UN POCO INCÓMODO Y REMARCANDO LAS PALABRAS) ¿Qué quiere ahora madre? Madre. -- (SEÑALANDO UNA BOLSA) Hijo, dejas el almuerzo. Novio. -- (CON UN POCO DE DESDÉN.) Bah,.. Comeré en el camino. (ORDENANDO) Pero antes dame la pistola. Madre. -- (PREGUNTA PREOCUPADA) ¿Qué? ¿Para qué quieres la pistola? Novio. -- (RÍE. LUEGO TERMINA CON IRONÍA.) ¡Para qué va a ser madre, para defenderme! Madre. -- (MOLESTA Y ENOJADA, HABLANDO ENTRE DIENTES MIENTRAS BUSCA LA PISTOLA POR TODOS LADOS REVOLVIENDO TODO.) La pistola, la maldita pistola... maldito sea el que invento la pistola. NOVIO. -- (CEDIENDO.) Bueno, olvidemos este asunto madre. Madre. -- (SECO.) ¡No!. (RESPONDE INDIGNADA) ¿Y qué hay de las escopetas, las navajas y pequeños cuchillos; ¿Qué, eeeh? (CON ENERGÍA.) ¡Responde! Novio. -- (ASERCIÓN) Bueno. Tienes razón madre. Madre. -- (INTERRUMPE) No sé cómopuedes atreverte a llevar una maldita pistola, ni sé cómo yo consiento que la lleves. Novio. -- (IMPONIÉNDOSE UN POCO) Bueno madre, ya está bien. Madre. -- (INTERRUMPE EN SECO) ¡No!. ¡No es suficiente! (CON REPROCHE.) Ni aunque yo viviera cien años dejaría de hablar de este asunto. ¿Acaso lo has olvidado? Primero fue tu padre; que solo vivió tres años. Luego, fue tu hermano. Tu propio hermano. La sangre de tu sangre que murió a manos del clan de los Félix. Novio. -- (SUBIENDO EL TONO DE SU RESPUESTA.) ¿Es todo? ¿Ha terminado madre? Madre. -- (SECO) No. No he terminado. (CON REPROCHE) ¿Acaso alguien me devolverá a tu padre? ¿Y qué me dices de tu hermano? ¿También le has olvidado? Novio. -- (CON REPROCHE.) ¿Y qué espera que yo haga madre? ¿Es que quiere que los busque y los mate a todos? Madre. -- (SECO) No. (PAUSA) ¿Dé qué serviría eso ahora? Si sales por esa puerta... prefiero que no lleves la pistola. Es que... no quisiera que ocurriera algo malo. Novio. -- (RIENDO.) ¡Vamos madre! No exagere las cosas. Madre. -- (GIRA Y DANDO LA ESPALDA AL HIJO, Y RESPONDE AFLIGIDA) Me gustaría que fueras como yo; una mujer, para que lo entendieras Novio. -- (COGE LA MANO DE LA MADRE Y LA CONSUELA.) Madre, no tienes nada que temer. En serio. Yo me sé cuidar; pero si quieres estar tranquila te puedo llevarla conmigo a la casa grande. Madre. -- (LO MIRA FRUNCIENDO EL CEÑO) ¿A la casa grande? ¿Y qué se meha perdido a mí en la casa grande? ¿Qué hace una vieja en una mansión? Novio. -- (LEVANTÁNDOLA EN SUS BRAZOS.) Madre, usted no es tan mayor, ni tan Vieja. Y todavía sigue siendo mi madre. Yo así te quiero. Madre. -- (CON NOSTALGIA) Hijo, cuando éramos jóvenes tu padre me llevaba a ese sitio. Él era un hombre de Sangre caliente. Novio. -- (CON UN POCO DE INGENUIDAD) ¿Y yo, madre? ¿De qué clase soy yo? Madre. -- (CON SUAVE DESDÉN) ¿Tú, qué? Novio. -- (FORMAL) ¿Es qué tengo que decírtelo de nuevo? Madre. -- (SERIA.) ¡Ah! Veo que hemos tocado un punto sensible... Novio. -- (CIRCUNSPECTO) ¿Y eso le parece mal? Madre. -- (CON HONESTIDAD) No. Novio. -- (CON CURIOSIDAD) ¿Y entonces por qué no me lo dice...? Madre. -- (CON SINCERIDAD) Ni yo misma lo sé. Mira hijo, creo que la chica por la que estás interesado es una buena mujer, pero cuando hablo de ella, no puedo evitar sentir como si me dieran una patada en el trasero. Novio. -- (UN POCO MOLESTO) No diga estupideces, madre. Es una mujer, y usted es mi madre. ¿No sabe diferenciarlo? Madre. -- (CON ALGO DE AUTO COMPASIÓN) No son estupideces hijo. Es que ya solo me quedas tú, y temo perderte. Novio. -- (CON ÉNFASIS) Pero madre... ¿Qué estás diciendo? Por favor, usted no se quedará sola. Vendrá con nosotros. ¿Comprende? Madre. -- (FORMAL) No hijo. No puedo irme con ustedes. Tengo que ir todas las mañanas a vigilar el cementerio, y túya sabes por qué. (BREVE PAUSA Y SUSPIRO) (ARRANCA LEVEMENTE ARROGANTE) Es fácil que muera alguno de los Félix. Y he de vigilar que no los entierren al lado de tu padre y de tu hermano. ¡Eso nunca debe ocurrir, por los huesos de los muertos que jamás ocurrirá mientras yo viva. Novio. --(FUERTE.) ¡Pero madre!; usted se ha vuelto loca. Madre. -- (CON SOBRIEDAD) Hijo, perdóname. ¿Cuánto tiempo hace qué estás con ella? Novio. -- (PIENSA UN SEGUNDO LA RESPUESTA Y MIRA AL CIELO) Unos tres años, más o menos madre. Ya tengo ahorrado el dinero suficiente como para comprar una casa y una compañía de aviones. Madre. -- (CON SUAVE MALICIA) Tres años, ¿Eh? Y qué me dices del novio que ella tuvo; ¿Por lo visto eso no te importa, no? Novio. -- (CON REIVINDICACIÓN) No madre. Pero esa no es la cuestión, usted sabe que ella es buena chica. Madre. -- (FORMAL) Quizá lo sea, pero yo no soy la más indicada para juzgarla; eso solo puede hacerlo Dios. Novio. -- (FORMAL) ¿Madre, qué intenta decirme? Madre. -- (FORMAL) ¡Que el corazón vence a la razón!, ¡Y es verdad que yo solo quiero tu felicidad! ¿Cuándo piensas pedir su mano? Novio. -- (AHORA SATISFECHO.) ¡Qué alegría me da que acepte a mi novia, madre! ¿Qué le parece el domingo que viene? Madre. -- (SERIA.) Me parece bien hijo. Voy a regalarle mis aretes de oro, que son muy antiguos... Novio. -- (FORMAL) Madre, Tu sabes más que yo de estas cosas...Madre. -- (CON COMPLICIDAD) Cómprale un vestido, y para ti un par de trajes... ¡Tres si puede ser! ¡Tú eres el único hijo que me queda! Novio. -- (TOMÁNDOLA DE LA MANO) Madre, ahora he de marcharme. Mañana pienso venir verte. Madre. -- (FORMAL) Ve con Dios hijo. (VEMOS MARCHAR AL NOVIO. APARECE UNA VECINA, VESTIDA DE COLOR OSCURO, CON PAÑUELO A LA CABEZA. EN TONO DE COTILLEO INFORMA A LA MADRE QUE LA NOVIA TUVO UNA AVENTURA CON LEONARDO DEL CLAN DE LOS FÉLIX. EN ESE MOMENTO LA MADRE TIENE UN FLASHBACK REPENTINO Y RECUERDA A SU MARIDO Y SU OTRO HIJO MUERTO A MANOS DEL CLAN DE LOS FÉLIX, PRECISAMENTE LA FAMILIA RIVAL CUYA HOSTILIDAD YA PERDURA DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN.) Madre. -- (FORMAL) Buenos días vecina. ¿Qué te trae por aquí después de tanto tiempo? Vecina. -- (SUSPIRO) Ah. Las cosas de costumbre. ¿Y tú cómo estás? Madre. -- (UN POCO FRÍA) Ya puedes ver. Con los problemas de siempre. Vecina. -- (FORMAL) Yo te veo bien. Vecina.-- (TRISTE.) Bueno, cambiemos de tema. Háblame de tu hijo; ¿Cómo van los asuntos de tu hijo? Madre.-- (FORMAL) Ah, pues muy bien vecina. Por fin se ha decidido. Vecina.-- (FORMAL) ¿Entonces piensa casarse? Madre.-- (ACERCANDO SU SILLA A LA SILLA DE LAVECINA.) Sí, ya lo tiene decidido. (MIRA A UN LADO Y A OTRO, POR SI HUBIERA ALGUIEN OYÉNDOLA.) Escucha, tengo algo que preguntarte. Vecina.-- (ADOPTA ACTITUD CONFIDENCIAL.) Dime. Dime... Madre.-- (VUELVE AMIRAR POR SI ACASO) ¿Conoces a la novia de mi hijo? Vecina.-- (CON SUAVE ÉNFASIS) ¡Ah, sí. Es buena chica! Madre.-- (UN POCO ESCÉPTICA) Sí, pero quiero saber más de ella Vecina.-- (INTERRUMPE) Nadie sabe mucho de ella. Es una chica que vive sola con su padre, parece buena chica. Quizá un poco solitaria, pero buena chica. Madre.-- (CURIOSIDAD) ¿Y la madre? ¿Qué sabes de la madre? Háblame un poco de ella. Vecina.-- (FORMAL) Conocí a su madre, una mujer realmente muy hermosa pero sinceramente de esas que está con un hombre que no ama. Madre. -- ((PAUSA) SE LLEVA LA MANO A LA FRENTE Y LA BAJA HASTA LA BARBILLA, Y LUEGO LA DEJA CAER UN POCO PREOCUPADA) Es que no quiero que mi hijo se relacione con alguien Indecente ¿Comprendes? No quiero eso. Vecina. -- (ASERCIÓN) Tienes razón. Tienes un hijo que vale mucho. Madre. -- (FORMAL) Opino igual que tú. Por eso cuido mucho de mi hijo. No quiero que tenga problemas. Me han hablado de que la muchacha tuvo novio hace tiempo. ¿Qué sabes tú de todo eso?, ¿Es verdad o es otro rumor más? Vecina. -- (FORMAL) Es cierto. Ella tenía unos quince años cuando ocurrió. Precisamente hace un par de años que él se ha casado con una prima suya. Por cierto; ya nadie se acuerda de ese noviazgo. Madre. -- (FORMAL) ¿Quién fue el novio? Vecina. – (ESCUETO) Leonardo Madre. -- (LEVANTÁNDOSE FURIBUNDA Y TIRANDO LA SILLA AL SUELO VIOLENTAMENTE.) ¡Maldito seas Leonardo!Vecina. -- (SORPRENDIDA) Mujer, ¿Pero qué te pasa? (ASOMBRADA POR LA REACCIÓN) ¿Qué te ha hecho Leonardo? Tan solo era un niño de ocho años cuando tuvo esas relaciones. No sé por qué te pones así. Madre. -- (FORMAL) Es verdad... no debo de hacerme mala sangre por ese... (RABIA ENTRE DIENTES) Pero cuando oigo mencionar a la familia Félix; maldita sea esa familia (ESCUPE), no puedo contenerme, siento asco, y me dejo arrastrar por la rabia. Vecina. -- (APACIGUÁNDOLA) Por favor, cálmate. Me estas asustando. Madre. -- (CEDIENDO) Está bien. Vecina. -- (SE GIRA) Bueno, ya me tengo que ir. Madre. -- (FORMAL) Adiós. Cuídate (SE DIRIGE A LA PUERTA DE LA IZQUIERDA... EN MEDIO DEL CAMINO SE DETIENE Y LENTAMENTE SE SANTIGUA.) ACTO I CUADRO II Suegra y mujer: Duérmete niño Estaré a tu lado cantándote esta canción haré un esfuerzo para no dormirme antes que tú, no sé si estoy soñando o estoy despierto pero este momento es perfecto, es perfecto Veo tu inocencia dormirse sin dejar alerta no hay nada más importante que mañana levantarse e ir a jugar cuándo he perdido yo ese angelito con alas que puedo ver en ti Duérmete niño, duérmete niño. Leonardo: ¿Y el bebé? Mujer: Está durmiendo. Leonardo: Ayer por la noche lloró muy fuerte. Mujer: (ALEGRE) Pues ahora está muy tranquilo, durmiendo. ¿Y qué pasó? ¿Fuiste a casa del carpintero? Leonardo: De allí vengo. Mujer: Ayer me dijeron las vecinas que te habían visto en una parroquia. Leonardo: ¿Quién te dijo eso? Mujer: Las mujeres estaban por allí, la verdad me sorprendió mucho. ¿Eras tú? Leonardo: No. ¿Qué iba a hacer ahí? Mujer: Eso dije. Pero el carro estaba estacionado ahí. Leonardo: ¿enserio? ¿Quién lo vio? Mujer: Mi madre me dijo eso. Leonardo: Bueno, ¿ella tiene al bebé verdad? Mujer: Sí lo está cuidando. ¿Quieres una limonada? Leonardo: Si, bien helada por favor. Mujer: Necesito un vestido nuevo, y el niño le hace falta una gorra. Leonardo: (LEVANTÁNDOSE) Iré a verlo. Mujer: Ten cuidado, que está durmiendo. Mujer: ¿Sabes que mi prima tendrá una boda? Leonardo: ¿Cuándo? Mujer: Dentro de un mes. Espero que vengan a invitarnos. Leonardo: (SERIO) No sé. Suegra: La madre creo que no está de acuerdo con la boda. Leonardo: Y quizá tenga razón. Ella es de cuidado. Mujer: No me gusta que pienses así de una mujer. Suegra: Pero cuando dice eso es porque la conoce. ¿No ves que estuvo con ella 3 años? (CON INTENCIÓN.) Leonardo: Pero ya terminamos. (A SU MUJER.) ¿Vas a ponerte a llorar? ¡Quítate! (LA APARTA BRUSCAMENTE LAS MANOS DE LA CARA.) Vamos a ver al niño. (ENTRAN ABRAZADOS.) (APARECE LA MUCHACHA, ALEGRE. ENTRA CORRIENDO) Muchacha: Señora. Suegra: ¿Qué sucede? Muchacha: Llegó el novio a la tienda y ha comprado todo lo mejor que había. Suegra: ¿Vino solo? Muchacha: No, con su madre. Era alta y muy seria Suegra: Se van a juntar dos buenas familias. (APARECEN LEONARDO Y SU MUJER) Muchacha: Solo vine a decirles lo que habían comprado. Leonardo: (FUERTE) No nos importa. Mujer: Déjala. Suegra: Leonardo, no es para tanto. Leonardo: Usted largo. (SERIO) Muchacha: (SE VA LLORANDO.) Suegra: ¿Qué tienes para votarlos así a las personas? Leonardo: No le he preguntado su opinión. (SE SIENTA) Suegra: Está bien. (PAUSA) Mujer: (A LEONARDO) ¿Qué te pasa? Leonardo: Quita. Mujer: No. Quiero que me mires y me lo digas. Leonardo: Déjame. (SE LEVANTA.) ACTO I CUADRO III (INTERIOR DE LA CUEVA DONDE VIVE LA NOVIA. AL FONDO, UNA CRUZ DE GRANDES FLORES ROSA. LAS PUERTAS, REDONDAS, CON CORTINAJES DE ENCAJE Y LAZOS ROSA. POR LAS PAREDES, DE MATERIAL BLANCO Y DURO, ABANICOS REDONDOS, JARROS AZULES Y PEQUEÑOS ESPEJOS. ) Criada: pasen... (ENTRAN EL NOVIO Y SU MADRE). ¿Tomen asiento? Ahora vienen. (SALE.) (QUEDAN MADRE E HIJO SENTADOS, INMÓVILES COMO ESTATUAS. PAUSA LARGA.) (ENTRA EL PADRE DE LA NOVIA. LA MADRE Y EL NOVIO SE LEVANTAN Y SE DAN LAS MANOS EN SILENCIO.) Padre: ¿Mucho tiempo de viaje? Madre: Cuatro horas. (SE SIENTAN.) Padre: De seguro había mucho tráfico. Madre: Tú sabes a lo que vengo. Padre: Sí. Madre: ¿Y qué? Padre: Me parece bien. Ellos lo han hablado. Madre: Mi hijo tiene y puede. Padre: Mi hija también. Madre: Dios bendiga su casa. Padre: Que Dios la bendiga. (APARECE LACRIADA CON DOS BANDEJAS. UNA CON COPAS Y LA OTRA CON DULCES.) Madre: (AL HIJO) ¿Cuándo será la boda? Novio: El próximo jueves. Padre: Justo el día en que ella cumple 22 años. Madre: ¡Veintidós años! Esa edad tendría mi hijo mayor si viviera. Padre: En eso no hay que pensar. Madre: Esta bien. Padre: Entonces el jueves. ¿No es así? Novio: Así es. Padre: Los novios y nosotros iremos en coche hasta la iglesia, que está muy lejos, y el Acompañamiento en los carros. Madre: De acuerdo. (APARECE LA NOVIA. TRAE LAS MANOS CAÍDAS EN ACTITUD MODESTA Y LA CABEZA BAJA.) Madre: Acércate. ¿Estás contenta? Novia: Sí Padre: No debes estar seria. Al fin y al cabo ella va a ser tu madre. Novia: Estoy contenta. Madre: (LE COGE LA BARBILLA.) Mírame. Padre: Se parece en todo a mi esposa. Madre: ¿Sí? ¿Tú sabes lo que es casarse? Novia: (SERIA) Lo sé. Madre: Un hombre, unos hijos y una pared de dos varas de ancho para todo lo demás. Novio: ¿Es que hace falta otra cosa? Madre: No. Que vivan todos, ¡eso! ¡Que vivan! Novia: Yo respetare a su hijo. Madre: Aquí tienes unos regalos. Novia: Gracias. Padre: ¿Tomamos algo? Madre: Yo no quiero. (AL NOVIO.) ¿Y tú? Novio: Tomaré. (TOMA UN DULCE. LA NOVIA TOMA OTRO.) Padre: (AL NOVIO) ¿Vino? Madre: No lo prueba. Padre: ¡Mejor! (PAUSA. TODOS ESTÁN DE PIE.) Novio: (A LA NOVIA) Mañana vendré. Novia: ¿A qué hora? Novio: A las cinco. Novia: Te espero. Novio: Cuando me voy detu lado siento un despego grande y así como un nudo en la Garganta. Novia: Cuando seas mi esposo ya no lo tendrás. Novio: Eso digo yo. Madre: Vamos. El sol no espera. (AL PADRE.) ¿Conformes en todo? Padre: Conformes. Madre: (A LA CRIADA) Adiós, mujer. Criada: Vayan ustedes con Dios. (LA MADRE BESA A LA NOVIA Y VAN SALIENDO EN SILENCIO) Madre: (EN LA PUERTA) Adiós, hija. (LA NOVIA CONTESTA CON LA MANO) Padre: Yo salgo con ustedes. (SALEN) Criada: Quiero ver los regalos. Novia: (AGRIA) Quita. Criada: ¡Enséñamelos! Novia: No quiero. Criada: ¡Al menos uno! Novia: ¡Que no! Criada: Por Dios. ¿Estás bien? Parece como si no tuvieras ganas de casarte. Novia: (MORDIÉNDOSE LA MANO CON RABIA) ¡Ay! Criada: ¿qué te pasa? Vamos a ver los regalos. (COGE LA CAJA.) Novia: (COGIÉNDOLA DE LAS MUÑECAS) Suelta. Criada: ¡Ay!! (LA LUZ VA DESAPARECIENDO DE LA ESCENA. PAUSA LARGA) Criada: ¿viste anoche un auto? Novia: ¿A qué hora? Criada: A las tres. Novia: Era el auto de Leonardo. Novia: ¿Por qué lo sabes? Criada: Porque lo vi. Estuvo parado en tu ventana. Novia: ¿No sería mi novio? Algunas veces ha pasado a esas horas. Criada: No. Novia: ¿Tú le viste? Criada: Sí. Era Leonardo. Novia: (FUERTE) ¡Mentira! ¡Mentira! Criada: Vino. ACTO II CUADRO I (PORTÓN AL FONDO DE LA CASA DE LA NOVIA. ES DE NOCHE. LA NOVIA SALE CON FALDAS BLANCAS, LLENAS DE ENCAJES Y PUNTAS BORDADAS, Y UN SUJETADOR, CON LOS BRAZOS ALAIRE. LA CRIADA Y LA NOVIA HACEN LOS PREPARATIVOS PARA LAS BODAS EN CASA. LA NOVIA SE MUESTRA DESCONTENTA Y ANGUSTIADA. LUEGO LLEGA LEONARDO QUIÉN LE RECRIMINA EL PASO QUE VA A DAR RECORDÁNDOLE QUE LA PASIÓN QUE LOS UNIERA NO HA CONCLUIDO AÚN A PESAR DE HABERSE ÉL CASADO. LOS INVITADOS COMIENZAN A CANTAR ESTROFAS ALUSIVAS A LAS BODAS. Criada: Aquí te acabaré de peinar. Novia: Aquí adentro hace demasiado calor (SE SIENTA LA NOVIA EN UNA SILLA BAJA Y SE MIRA EN UN ESPEJITO DE MANO. LA CRIADA LA PEINA.) Criada: Es para arreglarte mejor esta onda. Quiero que te caiga sobre la frente. (LA NOVIA SE MIRA EN EL ESPEJO.) ¡Qué hermosa estás! Novia: (SERIA) Sigue peinándome. Criada: la flor blanca te lo voy a poner desde aquí hasta aquí, de modo que la corona luzca sobre el peinado. (LE PRUEBA CON LA FLOR BLANCA.) Novia: (SE MIRA EN EL ESPEJO) Trae. (COGE LA FLOR Y LO MIRA, DEJA CAER LA CABEZA ABATIDA.) Criada: No son horas de ponerse triste. (ANIMOSA.) Dame eso. (LA NOVIA TIRA LO TIRA.) Qué castigo pides tirando al suelo la corona o ¿Es que no te quieres casar? Dilo. Todavía te puedes arrepentir. (SE LEVANTA.) Novia: Son los nervios, ¿quién no lo tiene? Criada: ¿Tú quieres a tu novio? Novia: Lo quiero. Criada: Te voy a poner la corona. Novia: (SE SIENTA) Date prisa, que ya deben ir llegando. Criada: Ya llevarán 30 minutos de viaje de camino. Novia: ¿Cuánto hay de aquí a la iglesia? Criada: Unos 20 minutos.(LA NOVIA SE LEVANTA Y LA CRIADA SE ENTUSIASMA AL VERLA.) Novia: (SONRIENTE) Vamos. (TOCAN LA PUERTA) Novia: ¡Abre! Deben ser los primeros invitados. (ENTRA.) (LA CRIADA ABRE SORPRENDIDA.) Criada: ¿Tú? Leonardo: Yo. Buenos días. Criada: ¡El primero! Leonardo: ¿No me han invitado? Criada: Sí. Leonardo: Por eso vengo. Criada: ¿Y tu esposa? Leonardo: Yo vine más adelante. Criada: ¿No te has encontrado a nadie? Leonardo: no (PAUSA) Criada: Siéntate. Todavía no se ha levantado nadie. Leonardo: ¿Y la novia? Criada: Esta vistiéndose. Leonardo: ¡La novia! ¡Estará contenta! Criada: (VARIANDO LA CONVERSACIÓN.) ¿Y el niño? Leonardo: ¿Cuál? Criada: Tu hijo. Leonardo: (RECORDANDO COMO SOÑOLIENTO) ¡Ah! Criada: ¿Lo traen? Leonardo: No. (PAUSA. VOCES CANTANDO MUY LEJOS) Voces: ¡Despierte la novia la mañana de la boda! Leonardo: Despierte la novia, la mañana de la boda. Criada: Es la gente. Novia: (APARECIENDO). Criada: (FUERTE) No salgas así. Novia: ¿Qué más da? (SERIA.) Novia: ¿A qué vienes? Leonardo: A ver tu matrimonio. Después de casarme, día Y noche, he pensado mucho en ti y en mí. Y de quién fue la culpa de que lo nuestro saliera mal. Y cuanto más lo pienso, más culpable me siento. Novia: ¡Mentira! Criada: Estas palabras no pueden seguir. Tú no tienes que hablar de lo pasado. (LA CRIADA MIRA A LAS PUERTAS PRESA DE INQUIETUD.) Novia: Tienes razón. Yo no debo hablarte siquiera. Vete y espera atu esposa en la puerta. Leonardo: ¿Es que tú y yo no podemos hablar? Criada: (CON RABIA) No; no pueden hablar. Leonardo: El orgullo no te servirá de nada. (SE ACERCA A LA NOVIA.) Novia: ¡No te acerques! Leonardo: Callar y quemarse es el castigo más grande que nos podemos Criada: (A LEONARDO) ¡Debes irte ahora mismo! Leonardo: Es la última vez que voy a hablar con ella. No temas nada. No me quedo tranquilo si no te digo estas cosas. Yo me casé. Cásate tú ahora. Criada: (A LEONARDO) ¡Y se casa! Voces: (CANTANDO MÁS CERCA) Despierte la novia a mañana de la boda. Novia: ¡Despierte la novia! (CORRIENDO A SU CUARTO.) Criada: Ya está aquí la gente. (A LEONARDO) No te vuelvas a acercar a ella. Leonardo: Descuida. (SALE POR LA IZQUIERDA.) (EMPIEZA A CLAREAR EL DÍA.) Voces: ¡Despierte la novia! Muchacha 2: Que salga la novia. Criada: ¡Que toquen y repiquen las campanas! Mozo 1: ¡Que salga ya! (APARECE LA NOVIA. LLEVA UN TRAJE NEGRO, CON CADERAS Y LARGA COLA RODEADA DE GASAS Y ENCAJES DUROS. SOBRE EL PEINADO LLEVA LA CORONA. SUENAN LAS GUITARRAS. LAS MUCHACHAS BESAN A LA NOVIA.) Mozo 1: ¡Aquí está el novio! Novio: ¡Salud! (EL NOVIO SE DIRIGE AL LADO DE LA NOVIA.) Novia: ¿Por qué te pusiste esos zapatos? Novio: Son más alegres que los negros. Mujer de Leonardo: (ENTRANDO Y BESANDO A LA NOVIA) ¡Salud! (HABLAN TODAS CON ALEGRIA.) Leonardo: (ENTRANDO COMO QUIEN CUMPLE UN DEBER) Madre: (ALPADRE) ¿También están ésos aquí? Padre: Son familia. ¡Hoy es día de perdonar! Madre: No los voy a perdonar. Novio: ¡Con la corona da alegría mirarte! Novia: ¡Vámonos pronto a la iglesia! Novio: ¿Tienes prisa? Novia: Sí. Estoy deseando ser tu mujer y quedarme sola contigo, y no oír más voz que la tuya. Novio: ¡Eso quiero yo! Novia: Y no ver más que tus ojos. Y que me abrazaras tan fuerte, que aunque me llamara mi madre, que está muerta, no me pudiera despegar de ti. Novio: Yo tengo fuerza en los brazos. Te voy a abrazar toda la vida Novia: (DRAMÁTICA, COGIÉNDOLE DEL BRAZO) ¡Siempre! Padre: ¡Vamos pronto! Que ya ha salido el sol. (SE ABRE EL GRAN PORTÓN DEL FONDO. EMPIEZAN A SALIR.) Muchacha 2: ¡Ya sales de tu casa para la iglesia! (SALEN. SE OYEN GUITARRAS, PALILLOS Y PANDERETAS. QUEDAN SOLOS LEONARDO Y SU MUJER.) Mujer: Vamos. Leonardo: ¿Adónde? Mujer: A la iglesia. Leonardo: ¡Vamos! Leonardo: (LEVANTÁNDOSE) Vamos. Mujer: ¡Pero conmigo! Leonardo: Sí. (SALEN.) Padre: (A LA CRIADA) Prepara las bandejas de trigo. Criada: Están preparadas. Mujer de Leonardo: (ENTRANDO) ¡Que sea para bien! (LEONARDO POR LA DERECHA.) Mujer: ¡Que seas feliz con mi prima! Novio: Tengo seguridad. Mujer: Aquí los dos; sin salir nunca y a levantar la casa. ¡Ojalá yo viviera también así de lejos! Novio: ¿Por qué no compran casas? La casa esta barata ya aquí los hijos crecerán mejor. Mujer: No tenemos dinero. Novio: Tu marido esun buen trabajador. Mujer: Sí, pero es muy indeciso. No es un hombre seguro. Criada: ¿No tomas nada? Te voy a envolver unas botellas de vino para tu madre, que a ella le gustan mucho. Novio: Ponle tres docenas. Mujer: No, no. Con media tiene bastante. Novio: Un día es un día. Mujer: (A LA CRIADA) ¿Y Leonardo? Criada: No lo vi Novio: Debe estar con la gente. Mujer: ¡Voy a ver! (SE VA.) Criada: Aquello está hermoso. (PASAN AL FONDO DOS MUCHACHAS, DURANTE TODO ESTE ACTO, EL FONDO SERÁ UN ANIMADO CRUCE DE FIGURAS.) Mozo 1: (ENTRANDO) ¡Tienes que beber con nosotros! Novio: Estoy esperando a la novia. Mozo 2: ¡Ya la tendrás en la madrugada! Novio: Vamos. (LEONARDO CRUZA EL FONDO.) (LA NOVIA VE A LEONARDO) (. LLEGA EL NOVIO Y, MUY DESPACIO, ABRAZA A LA NOVIA POR DETRÁS.) Novia: (CON GRAN SOBRESALTO) ¡Sal de aquí! Novio: ¿Te asustas de mí? Novia: ¡Ay! ¿Eras tú? Novio: ¿Quién iba a ser? (PAUSA.) Tu padre o yo. Novia: ¡Es verdad! Novia: (SECA) ¡Déjame! Novio: ¿Por qué? (LA DEJA.) Novia: Pues... la gente. Pueden vernos. (VUELVE A CRUZAR EL FONDO LA CRIADA, QUE NO MIRA A LOS NOVIOS.) Novio: ¿Y qué? Ya es sagrado. Novia: Sí. Pero déjame... Novio: ¿Qué tienes? ¡Estás como asustada! Novia: No tengo nada. No te vayas. (SALE LA MUJER DE LEONARDO.) Mujer: No quiero interrumpir... Novio: Dime. Mujer: ¿Pasó por aquí mi marido? Novio: No. Mujer: Es que no le encuentro y su coche está en elgaraje Novio: (Alegre) Debe estar dándole una carrera. (SE VA LA MUJER, INQUIETA. SALE LA CRIADA.) Criada: ¿No andan satisfechos de tanto saludo? Novio: Yo estoy deseando que esto acabe. La novia está un poco cansada. Novia: ¡Tengo como un golpe en la espalda! Criada: (AL NOVIO.) Tú eres el único que la puedes curar, porque la debes de cuidar. (SALE CORRIENDO.) Novio: (ABRAZÁNDOLA) Vamos un rato al baile. (LA BESA.) Novia: (ANGUSTIADA) No. Quisiera echarme en la cama un poco. (APARECE LA MADRE.) Madre: Hijo. Novio: ¿Dónde has estado? Madre: En todo ese ruido. ¿Estás contento? Novio: Sí. Madre: ¿Y tu mujer? Novio: Descansa un poco. ¡Mal día para las novias! Madre: ¿Mal día? El único bueno. Para mí fue como una herencia. (ENTRA LA CRIADA Y SE DIRIGE AL CUARTO DE LA NOVIA.) Novio: ¿Usted se va a ir? Madre: Sí. Yo tengo que estar en mi casa. Novio: Sola. Madre: Sola, no. Que tengo la cabeza llena de cosas y de hombres y de luchas. Novio: Pero luchas que ya no son luchas. (SALE LA CRIADA RÁPIDAMENTE; DESAPARECE CORRIENDO POR EL FONDO.) Madre: Mientras una vive, lucha. Novio: ¡Siempre la obedezco! Madre: Con tu mujer procura estar cariñoso, y si la notas triste, hazle una caricia que le produzca un poco de daño, un abrazo fuerte, un mordisco y luego un beso suave. Que ella no pueda disgustarse, pero que sienta que tú eres el macho, el amo, el que mandas. Así aprendí de tu padre. Y como no lo tienes,tengo que ser yo la que te enseñe estas fortalezas. Novio: Yo siempre haré lo que usted me ordene. Padre: (ENTRANDO) ¿Y mi hija? Novio: Está dentro. Padre: (SALIENDO) ¡Aquí no está! Novio: ¿No? Padre: Debe haber subido a la baranda. Novio: ¡Voy a ver! (ENTRA.) (SE OYE BULLA Y GUITARRAS.) Muchacha 2: ¡Ya ha empezado! (SALE.) Novio: (SALIENDO) No está. Madre: (INQUIETA) ¿No? Padre: ¿Y dónde puede haber ido? Criada: (ENTRANDO) Y la niña. ¿Dónde está? Madre: (SERIA) No lo sabemos. (SALE EL NOVIO.) Padre: (DRAMÁTICO) Pero ¿no está en el baile? Criada: En el baile no está. Padre: (CON ARRANQUE) Hay mucha gente. ¡Mira! Criada: ¡Ya he mirado! Padre: (TRÁGICO) ¿Pues dónde está? Novio: (ENTRANDO) Nada. En ningún sitio. Madre: (AL PADRE) ¿Qué es esto? ¿Dónde está tu hija? (ENTRA LA MUJER DE LEONARDO.) Mujer: ¡Han huido! ¡Han huido! Ella y Leonardo. En el auto. Van abrazados, como una exhalación. Padre: ¡No es verdad! ¡Mi hija. No! Madre: ¡Tu hija, sí! Planta de mala madre, y él, él también, él. Pero ¡ya es la mujer de mi hijo! Novio: (ENTRANDO) ¡Vamos detrás! ¿Quién tiene un auto? Madre: ¿Quién tiene un auto ahora mismo, quién tiene un auto? Que le daré todo lo que tengo, mis ojos y hasta mi lengua... Voz: Aquí hay uno. Madre: (AL HIJO) ¡Anda! ¡Detrás! (SALEN CON DOS MOZOS.) No. No vayas. Esa gente mata pronto y bien...; pero sí, corre, y yo detrás! ACTO III CUADRO I (EL CALLEJÓN, ES DE NOCHE.GRANDES ÁRBOLES EMPINADOS. AMBIENTE OSCURO. SE OYEN BOCINAS DE LA AMBULANCIA. SALEN TRES VECINOS.) Vecino 1: ¿Y los han encontrado? Vecino 2: No. Pero los buscaban por todas partes Vecino 3: Ya darán con ellos. Vecino 2: ¡Shhhhhh! Vecino 3: ¿Qué? Vecino 2: Parece que se acercan por todos los caminos a la vez. Vecino 1: Cuando salga la luna los verán. Vecino 2: Debían dejarlos Vecino 1: El mundo es grande. Todos pueden vivir de él Vecino 3: Pero los matarán. Vecino 2: Hay que seguir la inclinación; han hecho bien en huir Vecino 1: Se estaban engañando uno a otro y al fin la sangre pudo más Vecino 3: ¡La sangre! Vecino 1: Hay que seguir el camino de la sangre. Vecino 2: Pero que sangre que ve la luz se la bebe la tierra Vecino 1: ¿Y qué? Vale más ser muerto desangrado que vivo con ella podrida. Vecino 3: Cállate Vecino 1: ¿Qué? ¿Oyes algo? Vecino 3: Oigo las aves, los grillos, el acecho de la noche Vecino 1: Pero el carro no se escucha Vecino 3: No Vecino 1: Ahora la estará queriendo. Vecino 2: El cuerpo de ella era para él y el cuerpo de él era para ella Vecino 3: Los buscan y los matarán Vecino 1: Pero ya habían mezclado sus sangres y serán como dos botellas vacías, como dos ríos secos. Vecino 2: Hay muchas nubes y será fácil que la luna no salga Vecino 3: El novio los encontrará con luna o sin luna. Yo lo vi salir. Como una estrella furiosa. La cara color ceniza. Vecino 1: Su casta de muertos en mitad dela calle Vecino 2: ¡Eso es! Vecino 3: ¿Crees que ellos lograrán romper el cerco? Vecino 2: Es difícil. Hay cuchillos y pistolas cerca de aquí. Vecino 3: El lleva un buen carro Vecino 2: Pero lleva una mujer. Vecino 1: Ya estamos cerca. Vecino 2: Un árbol de cuarenta ramas. Lo cortaremos pronto. 1 Vecino 3: Ahora sale la luna. Vamos a darnos prisa. (POR LA IZQUIERDA SURGE UNA LUZ DE CLARIDAD) Vecino 1: ¡Ay luna que sales! Luna de las hojas grandes. Vecino 2: ¡Llena de jazmines de sangre! Vecino 1: ¡Ay luna sola! Luna de las verdes hojas …………………………………………………………………………………………………… ((SALEN. POR LA CLARIDAD DE LA IZQUIERDA APARECE LA LUNA. LA LUNA ES UN VECINO JOVEN CON LA CARA BLANCA. LA ESCENA ADQUIERE UN RESPLANDOR AZUL; LA LUNA ENTONA CÁNTICOS DESPUÉS APARECE UNA MENDIGA. LLEVA LOS PIES DESCALZOS) Luna: Ya se acercan Unos por la acera y otros por la pista. Voy a alumbra el camino ¿Qué necesitas? Mendiga: Nada Luna: El aire va llegando fuerte Mendiga: Ilumina el chaleco y aparta los botones, que después las pistolas ya saben el camino. Luna: Pero que tarden mucho en morir. Que la sangre me ponga entre los dedos. ¡Mira que ya mis valles de la muerte despiertan en ansía de esta fuente de chorro estremecido! Mendiga: No dejemos que pasen el río ¡Silencio! Luna: ¡Allí vienen! (SE VA. QUEDA LA ESCENA A OSCURAS) Mendiga: ¡De prisa! Mucha luz. ¿Me has oído? ¡No puedenescaparse! (ENTRAN EL NOVIO Y EL MOZO 1. LA MENDIGA SE SIENTA Y SE TAPA CON EL MANTO) Novio: Por aquí Mozo 1: No los encontrarás. Novio: (Enérgico) ¡Si los encontraré! Mozo 1: Creo que se han ido por otra vereda Novio: No. Yo sentí hace un momento el sonido del automóvil. Mozo 1: Debe haber sido otro carro Novio: (Dramático) Oye. No hay más que un carro en el mundo y es este. ¿Te has enterado? Si me sigues, sígueme sin hablar. Mozo 1: Es que yo quisiera… Novio: Calla. Estoy seguro de encontrarlos aquí. ¿Ves este brazo? Pues no es mi brazo. Es el brazo de mi hermano y el de mi padre y el de toda mi familia que está muerta. Y tiene tanto poderío que puede levantar este automóvil si quiere. Y vamos pronto, que siento los dientes de todos los míos clavados aquí de una manera que se me hace imposible respirar tranquilo. Mendiga: (QUEJÁNDOSE) ¡Ay! Mozo 1: ¿Has oído? Novio: Vete por ahí y da la vuelta Mozo 1: Esto es una caza Novio: Una caza. La más grande que se puede hacer. Mendiga: ¡Ay! Novio: ¿Qué quieres? Mendiga: Tengo frío Novio: ¿A dónde te diriges? Mendiga: (SIEMPRE QUEJÁNDOSE COMO UNA MENDIGA) Allá lejos. Novio: ¿De dónde vienes? Mendiga: De allí… De muy lejos. Novio: ¿Viste a un hombre y una mujer en una carro de lujo color azul? Mendiga: (DESPERTÁNDOSE) Espera… (LO MIRA). Hermoso galán. (Se Levanta). Pero mucho más hermoso si estuviera dormido. Novio: ¡Contesta! ¿Los viste? Mendiga: Espera… ¡Queespaldas más anchas! ¿Cómo no te gusta estar tendido sobre ellas y no andar sobre la planta de los pies que son tan chicas? Novio: (ZAMARREÁNDOLA).¡Te digo si los viste! ¿Han pasado por aquí? Mendiga: (Enérgica) No han pasado pero están saliendo de la ciudad. ¿No los oyes? Novio: No. Mendiga: ¿Tú no conoces el camino? Novio: ¡Iré sea como sea! Mendiga: Te acompañaré. Conozco esta tierra. Novio: (IMPACIENTE) ¡Ya vamos! ¿Por dónde es? Mendiga: (DRAMÁTICA) ¡Por allí! (SALEN RÁPIDOS. VUELVEN LOS VECINOS. LLEVAN HOJAS DE ÁRBOLES A LA MANO) Vecino 1: ¡Ay muerte que sales! Muerte de las hojas grandes Vecino 2: ¡No abras el chorro de la sangre! Vecino 1: Muerte de las secas hojas. Vecino 3: ¡No cubras de flores la boda! Vecino 2: ¡Ay triste muerte! Deja para el amor la verde rama. Vecino 1: ¡Ay muerte mala! ¡Deja para el amor la rama verde! (VAN SALIENDO MIENTRAS HABLAN. APARECEN LEONARDO Y LA NOVIA) Leonardo: ¡Calla! Novia: Desde aquí yo me iré sola. ¡Vete! Quiero que vuelvas. Leonardo: ¡Cállate! Novia: Con los dientes, con las manos, como puedas, quita de mi honrado cuello el metal de esta cadena, dejándome arrinconada allá en mi casa. Y si no quieres matarme como a víbora pequeña Pon en mis manos el cañón de la escopeta ¡Ay qué lamento, que fuego me sube por la cabeza! ¡Que vidrios se me clavan en la lengua! Leonardo: Ya dimos el paso; ¡calla! Porque nos persiguen cerca y te he de llevar conmigo. Novia: ¡Pero ha deser a la fuerza! Leonardo: ¿A la fuerza? ¿Quién bajó primero las escaleras? Novia: Yo las bajé. Leonardo: ¿Quién le puso llantas nuevas al carro? Novia: Yo misma. Leonardo: ¿Y qué manos me calzaron? Novia: Estas manos, que son tuyas, pero al verte quisieran quebrar las ramas azules y el murmullo de tus venas. ¡Te quiero! ¡Te quiero! Que si matarte pudiera te pondría un arma con los filos de una rosa. ¡Ay que lamento, que fuego me sube por la cabeza! Leonardo: ¡Qué vidrios se me clavan en la lengua! Porque yo quise olvidar y puse un muro de ladrillos entre tu casa y la mía. Es verdad. ¿No lo recuerdas? Y cuándo te vi de lejos me eché arena en los ojos. Con alfileres de plata, mi sangre se puso negra, y el sueño se me fue llenando de mala hierba. Que yo no tengo la culpa, la culpa es de la tierra y de ese olor que te sale de los pechos y las trenzas. Novia: ¡Ay que sin razón! No quiero contigo cama ni cena, y no hay minuto del día que estar contigo no quiera, porque me arrastras y voy, y me dices que vuelva y te sigo por el aire como una brizna de hierba. He dejado a un hombre duro y a toda su descendencia en la mitad de la boda y con la corona puesta. Para ti será el castigo y no quiero que lo sea ¡Déjame sola! ¡Huye tú! No hay nadie que te defienda. Leonardo: La noche se está muriendo en el filo de la piedra. Vamos al rincón oscuro, donde yo siempre te quiera, que no me importa la gente, ni el veneno quenos echa. (LA ABRAZA FUERTEMENTE) Novia: Y yo dormiré a tus pies para guardar lo que sueñas. Desnuda, mirando al campo como si fuese una perra, ¡porque eso soy! Que te miro y tu hermosura me quema. Leonardo: Vamos. (LA ARRASTRA) Novia: ¿A dónde me llevas? Leonardo: A donde no puedan ir esos hombres que nos cercan. ¡Donde yo pueda mirarte! Novia: (SARCÁSTICA) Llévame de feria en feria, dolor de mujer honrada, a que las personas me vean con las sábanas de boda al aire, como banderas. Leonardo: También yo quiero dejarte si pienso como se piensa. Pero voy dónde tú vas. (TODA ESTA ESCENA ES VIOLENTA, LLENA DE GRAN SENSUALIDAD) Novia: ¿Oyes? Leonardo: Viene gente. Novia: ¡Huye! Es justo que yo muera aquí con los pies dentro del agua y espinas en la cabeza. Y que me lloren las hojas mujer perdida y doncella. Leonardo: Cállate. Ya suben Novia: ¡Vete! Leonardo: Silencio. Que no nos escuchen. Tú delante ¡Vamos o si no hablo! (VACILA A LA NOVIA) Novia: ¡Los dos juntos! Leonardo: (ABRAZÁNDOLA) ¡Como quieras! Si nos separan, será porque esté muerto Novia: Y yo muerta. (SALEN ABRAZADOS) (APARECE LA LUNA MUY DESPACIO. LA ESCENA ADQUIERE UNA FUERTE LUZ AZUL. BRUSCAMENTE SE OYEN DOS GRITOS DESGARRADORES. AL SEGUNDO GRITO APARECE LA MENDIGA Y QUEDA DE ESPALDAS. ABRE SU MANTO Y EN EL CENTRO QUEDA COMO UN GRAN PÁJARO DE ALAS INMENSAS. LA LUNA SE DETIENE. EL TELÓN BAJA EN MEDIO DE UN SILENCIO ABSOLUTO)

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